El cuento de la montaña

En primer lugar, pedir disculpas al personal.
Debería haber puesto este cuento el lunes, pero sale hoy con cierto retraso.
Bueno, más vale tarde que nunca.




Un hijo y su padre estaban andando por las montañas.
De repente el hijo se hizo daño y gritó -¡Aaaaaahhhhhh!- Sorprendido oyó como la voz se repetía en algún lugar de la montaña:-¡Aaaaaahhhhhh!-
Con curiosidad, gritó:
¿Quién eres?
Se enfadó con la respuesta y gritó :
¡Cobarde!
Y recibió la respuesta... ¡Cobarde!
-Miró a su padre y preguntó - ¿Qué esta pasando?,el padre se sonrió y dijo:
-Hijo mío, presta atención.
- El padre gritó a la montaña -¡Te admiro!- La voz respondió - ¡Te admiro!
-Otra vez gritó el hombre - ¡Eres un campeón!- La voz respondió - ¡Eres un campeón!
-El chico se sorprendió, pero no entendió.
Así que su padre explicó.
La gente lo llama Eco, pero la verdad es que es la vida.
Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si quieres que haya más amor en el mundo, crea más amor en tu corazón. Si quieres que haya más competencia en tu equipo, mejora tu competencia. Esta idea se podría aplicar a todos los aspectos de la vida.
Moraleja:
La vida te devolverá todo lo que hayas dado.
Tu vida no es una coincidencia. ¡Es un reflejo de ti!

Comentarios

  1. Es uno de esos textos que llegaron vía mail y que guardo en el archivo de "textos". Gracias por traerlo hasta aquí.
    Un fuerte abrazo.

    P.D.: ¿Qué tal la garganta?

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  2. -Hola de nuevo Susana.
    Me imaginaba que ya conocías esta bonita historia. En cuanto a la garganta pues tiene que ver con este cuento. Si la fuerzas pues te repercute regativamente, cuanto más esfuerzo pues más dolor.Es como el eco:
    La vida te devuelve lo que hayas dado.

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  3. Un niño subió a una montaña y tras comprobar que había 27 árboles quiso memorizarlos. Como tenía mala memoria, era incapaz de almacenar dos cifras. Así pues, se quedó con el 3 y al bajar de la montaña supo cuántos árboles había. Alguien le preguntó:

    ¿Cómo puedes saber los árboles que hay si eres incapaz de memorizar más de una cifra?

    El niño contestó: hay 3 árboles elevado a 3.

    Moraleja: si alguien nos pide algo y podemos ayudar, hagámoslo. No cuesta tanto trabajo.

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  4. Un tiempo después, el niño volvió a la montaña esperando que hubiese al menos un árbol más, pero sólo había 27 árboles. En esa montaña debía haber un error. Los árboles se reproducen mediante semillas. Esperaba que hubiese 28 pero seguían los 27. ¡Qué mala suerte!

    Pensó que quizás había que cambiar parte del terreno echando un nuevo abono para que la vida surgiese. ;)

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  5. Bonita historia Gregorio.
    Me quedo con tu moraleja de que está bien ayudar a los demás y también con el abono necesario para fertilizar la vida.

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