¿Qué nos pasa dortor?

Después de las vacaciones navideñas volvemos a la tarea.
Día alocado, todo blanco por la nieve y con las consiguientes dificultades para desplazarse de un lugar a otro.
Me enviarion este mensajito y aquí os lo dejo, por si os sirve para alegraros el día.


Una pareja de campesinos va al ginecólogo y habla el marido:

—Mire, dortor, es que tenemos un poblema: mi mujer y yo queremos tener condescendencia y no podemos, pero no sabemos si es porque yo soy omnipotente o mi mujer es histérica. Anteriormente habíamos ido a otro dortor y nos dijo que mi mujer tenía la vajilla rota y la emperatriz subida, y como, además, la operaron de la basílica balear, no sabemos si eso puede influir. También a mí, hace años, me operaron de la protesta, y a lo mejor me han dejado escuelas en el cuerpo. Nos recomendaron ir a un médico en la capital, que era muy bueno, y en cuanto entramos en la consulta, había allí dos ordeñadores conestados a una antena paranoica. En esa consulta, a mi mujer le hicieron una coreografía, y el médico nos dijo que no veía nada raro, y nos recomendó que hiciéramos el cojito a diario...

Entonces, 15 días ella y 15 días yo, estuvimos haciendo el cojito, pero nada.

Nos volvimos para aquí y otro dortor nos recomendó hacer vida marítima más seguido... y nos fuimos a Málaga, Fuengirola y Benidorm y en todas las playas hacíamos vida marítima, pero nada. Además, mi mujer hace tiempo tuvo un alboroto y le nació el féretro muerto, y a lo mejor eso ha influido. Pero yo creo que mi mujer es frigorífica, porque nunca llega al orégano.

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