Un paseo hasta la oficina de Correos.

Hoy hacía un día espléndido que invitaba al paseo matinal por lo que decidí realizar una actividad diferente con mis alumnos.


En lengua nos tocaba tratar el tema de las cartas .
Y aquí aproveché esta gran oportunidad.

Hoy en día estamos invadidos por las nuevas tecnologías, sólo pensamos en conectarnos a intenet, mandar los correos electrónicos, meternos en alguna red social, enviar el mensajito por el móvil ,comprar el aparato más moderno de última generación .........y de esta forma nos olvidamos de las cosas más sencillas.

Hemos dedicado la mencionada clase de lengua para escribir una carta y enviársela a un compañero de clase. Los niños han traído el sobre y el sello, redactaron su carta y luego nos acercamos a la oficina de correos cercana, situada en la calle clavel para echar nuestras cartas.

Mientras los chavales escribían surgieron alguna dudas:

-Profe :

¿podemos utilizar el lenguaje del messenger? - pregunta un alumno.

-¡Oh, no!, la pregunta impertinente - pienso para mis adentros. Pero si lo que quiero es que escribáis correctamente y que no se utilice ese maléfico vocabulario que nos trae por la calle de la amargura, repleto de fallos gramaticales y faltas de ortografía.

Bueno respiro nuevamente y seguimos con la tarea.

-No se os olvide poner el remitente.

-¿Eso que es?- pregunto otro.

Si lo que te digo, que mucha tecnología pero algunos no saben quien es el emisor ,el receptor, el que lo envía (el remitente),etc. etc.

Llegamos a la oficina de correos y nos recibe la encargada de reparto. Entramos y vemos las grandes bandejas con las cartas , los largos pasillos con las diferentes estanterías distribuidas por zonas asignadas a cada cartero. Entregamos nuestras cartas y regresamos nuevamente al colegio.

¡Prueba superada!

Parece ser que la idea ha tenido bastante éxito entre el alumnado y esta actividad les ha encantado.

Es una pena que se estén olvidando algunas bonitas costumbres, como aquella tan entrañable de escribir una carta, introducirla en el sobre, poner el sello y meterla en el buzón... y luego la gran emoción al llegar a su destino y que la leyera aquel lejano ser querido.

¿Cuándo venga el cartero?
¿qué carta traerá?
¿será la de mi novio,
o la de papá?
Pom,pon
¿quién es?
el cartero.
¿Trae carta?
No.
Pues Hasta Luego.

Comentarios

  1. Cuánta razón llevas, Manuel! No hay cosa que más me guste (gustaría) que abrir el buzón y encontrar una carta entre facturas y propagandas. Lástima que sólo pase en Navidad, época en que aún recibo alguna felicitación "de las de antaño".
    Por mi parte intento escribir de vez en cuando alguna y sorprender a mis amig@s.
    Ah! Y me ha encantado el final de tu entrada!

    Un abrazote.

    ResponderEliminar
  2. Querida Susana:
    Me alegro de que te haya encantado. Yo seguiré escribiendo alguna carta para recordar viejos tiempos y para contar algunas cosillas a los seres queridos.
    Espero que te vaya todo bien.
    Un abrazo.
    Manuel

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

El blog se alimenta con tus comentarios.
Gracias por dejar tu huella ♥