Santa Perpetua

Este finde se representó en Alcalá la obra teatral: Santa Perpetua. Hay una cama. Y en ella, desde tiempos inmemoriales yace una mujer repleta de memorias. Y desmemorias. Recuerda cosas, peripecias, nombres y avatares, recetas culinarias y canciones que hunden sus raíces en tiempos remotísimos. Es una enciclopedia viviente y eternamente moribunda. Pero su saber es un filtro, un cedazo que dice lo que es y lo que no es, lo que fue y lo que no fue. En la obra se utiliza el humor para hablar de dramas y tragedias, de realidades que han marcado a España desde la guerra civil, de sucesos atroces, de desaparecidos republicanos y del paroxismo al que nos puede llevar la religión. La directora (Laila Ripoll) ha elegido a un hombre, Marcos León, para interpretar a Perpetua y él fue quien inspiró el texto, puesto que se basa en un hecho real conocido por el actor. Hubo un tiempo en que la tragedia o una gran desgracia, la persona afectada se "encamaba". Esta reacción hoy se relaciona con la "depresión profunda" o la "agorafobia". Sin llegar a ese extremo, sí se sigue con la práctica de dormir cuando una depresión atenaza al ser humano.

Comentarios

  1. Pues mi abuela se llamaba Perpetua. Era un nombre curioso para mí, con mis 5 años. Yo la llamaba: ¡Perputa, abuela perputa! Y la pobre me miraba con impotencia. Mi lengua de trapo escandalizaba con su nombre. casi cincuenta años después, trabajando de logopeda, recuerdo que yo también tenía mis difucultades con el lenguaje...
    En fin. Todo en esta obra me recuerda a mi abuela. La edad, la sabiduría antigua, las muchas historias de la historia...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

El blog se alimenta con tus comentarios.
Gracias por dejar tu huella ♥