En busca del equilibrio perdido






Pongo la tele, y a pesar de estar en vacaciones salen los temas de siempre.



Me da igual que se hable de política, de deporte, del Papa o de lo que sea... cualquier asunto vuelve a ser reiterativo y emite un tufo pestilente que te echa para atrás.



-Política



Nos quieren comer el coco con el bipartidismo. Nos quieren hacen creer que sólo hay dos opciones políticas, cuando eso no es cierto. Nos dirán que mucha gente vota a las dos fuerzas mayoritarias pero no nos dicen que la mayoría de votantes no vota, ni a unos ni a otros, y mucha gente ni vota, por algo será.



- Deporte



Aquí sucede lo mismo. Nos quieren hacer pensar que sólo hay dos equipos de fútbol en la tierra pero todos sabemos que eso no es verdad porque se puede optar por otros conjuntos, cada uno tendrá sus preferencias y además el fútbol es un deporte más, me parece lamentable que en las noticias deportivas de televisión, revistas, periódicos, etc. etc. sólo se hable de un único deporte, pues que lo denominen noticias de fútbol, no es correcto el término "noticias deportivas".



-¡Que viene el Papa!



Y el último tema de actualidad es la visita papal.



Yo creo que el cristianismo puede tener valores positivos, que si nos queramos todos como hermanos, dar de comer al hambriento, ayudar a los desfavorecidos ... todo esto me parece muy bien, lo que pasa que la Santa Iglesia luego no comulga con el ejemplo, todos sabemos que no es un modelo a seguir teniendo entre sus premisas la intolerencia hacia las demás creencias, la falta de medidas para enfermedades venéreas, o el despilfarro en actos de este tipo que cubrirían las necesidades primarias de cualquier población dónde se mueren de hambre.



Cada cuál tendrá su opinión, unos encasillarán de extrema izquierda a los que denuncian los excesos eclesiásticos y otros dirán que son de extrema derecha los jóvenes sometidos a los ideales cristianos. Yo creo que la buena gente está en los dos bandos, y de las dos opciones se pudiera sacar una vía intermedia .



Siendo optimista pudiera pensar que la virtud está en el punto medio. y que ningún extremo es bueno pero esa opinión puede ser que no sea aceptada por los extremismos reinantes de nuestros días.

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