Este fin de semana un grupo de amigos, con niños incluidos en el paquete, realizamos una escapadita por Cuenca.
-El sábado iniciamos el inevitable recorrido por la naturaleza hasta llegar al nacimiento del río Cuervo.
Luego también paseamos por los caminos que bordeaban al río Júcar.
Al principio el tiempo acompañó y disfrutamos de una bonita mañana pero después de comer la cosa cambió, nos cayó una tremenda granizada y dejamos para otro día la visita a la Ciudad Encantada.
- El domingo visitamos la ciudad para disfrutar de unas bonitas vistas, viendo las casas colgadas y paseando por la ciudad monumental. Y al finalizar había que reponer fuerzas con algo típico del lugar, en esta ocasión optamos por los socorridos zarajos de Cuenca.
¡Hasta Otra!
-El sábado iniciamos el inevitable recorrido por la naturaleza hasta llegar al nacimiento del río Cuervo.
Luego también paseamos por los caminos que bordeaban al río Júcar.
Al principio el tiempo acompañó y disfrutamos de una bonita mañana pero después de comer la cosa cambió, nos cayó una tremenda granizada y dejamos para otro día la visita a la Ciudad Encantada.
- El domingo visitamos la ciudad para disfrutar de unas bonitas vistas, viendo las casas colgadas y paseando por la ciudad monumental. Y al finalizar había que reponer fuerzas con algo típico del lugar, en esta ocasión optamos por los socorridos zarajos de Cuenca.
¡Hasta Otra!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRecuerdos nostálgicos tengo yo de ese lugar: fue una de las primeras excursiones con Charo, mi mujer, y nos metimos en el medio del río, al pie de las chorreras de agua (Hoy está prohibido)... ¡Éramos tan jóvenes!...
ResponderEliminarY qué decir de Cuenca (mi mujer trabajó allí unos tres años) y yo le iba a ver dos o tres veces entre semana desde Arganda en un viejísimo seat 850 con la dirección no muy fiable...
Y de su gastronomía: zarajos, morteruelo, los deliciosos sesos al ajillo, los revueltos de setas, el alajú, el resoli...
Y sus fiestas: La procesión de los borrachos, por ejemplo...
Allí hice un pequeño curso de parapente en Caracenilla(¡qué canguelo al principio y qué felicidad después!)...
En fin: CUENCA, mi segunda provincia y ciudad.
Gracias por el comentario, además por partida doble. Je¡Je¡
ResponderEliminarHas dejado caer algunas tradiciones conquenses. A mí me gustó mucho lo que vi.