Un jardín, dos chorizas y un botellín.

Este mañana me di un paseo por el Real Jardín Botánico de Madrid.
Desde Alcalá cogí el tren y fui hasta la estación de Atocha para realizar la visita al famoso jardín.
En pocos minutos se llega a este bello oasis situado en el centro de la capital al que se accede por la Puerta de Murillo, y desde aquí iniciamos el recorrido entre grandes árboles y pequeños arbustillos.
Este recinto tiene un interés histórico artístico donde se llevan a cabo estudios de los vegetales así como la conservación y la divulgación de la ciencia botánica.
Muchas variedades pueblan el jardín.
Lo primero que me llamó la atención fue la distribución en cuatro terrazas o niveles:

  1. Terraza de los Cuadros
  2. Terraza de las Escuelas Botánicas
  3. Terraza del Plano de la Flor
  4. Terraza Alta o de los Laurales.

Yo empecé mi recorrido por esta última, la de los laurales, en la que podías disfrutar de una estupenda colección de bonsáis.


A continuación siguiendo el paseo me paré en los invernaderos y un poco más adelante vi una exposición fotográfica en el Pabellón Villanueva. Seguí el recorrido de forma improvisada cruzándome de un camino a otro parándome de vez en cuando... cuando algo me llamaba la atención.
Y llegué a una zona de pequeños huertos donde había concentradas hortalizas y frutas variadas:
- calabazas, zanahorias, berenjenas, tomates, escarolas....
- borrajas, patatas, lentejas, judías, pimientos, garbanzos...
- coliflor, maíz, girasol, perejil...
De vuelta para la salida me encuentro con el árbol más anciano que ya tiene más de 250 años según me informa un jardinero que está regando: 
el ciprés (Cupressus sempervirens) . Me siento junto a su tronco, al momento que me viene el recuerdo de aquel libro que leí hace años
"la sombra del ciprés es alargada".
Salgo del parque. A estas horas del mediodía veraniego hace bastante calor por lo que decido entrar en un bar cercano para tomarme un botellín. Diferentes tapas se sitúan ordenadamente en la vitrina del local. Hay gran surtido para elegir: calamares, boquerones, chorizo, tortilla, jamón..
Miro hacia la entrada por donde entran nuevos clientes. Una pareja jovencita y detrás muy pegadas entran otras dos mujeres con malas intenciones, veo como una de ellas intenta meter la mano en el bolso de la chica que va delante. Rápidamente le hago un gesto para que se retire de esa zona y no le quiten la cartera. Las chorizas se dan cuenta y salen del local sin inmutarse mucho. La pareja me da las gracias por haberles avisado y se queda para tomar algo fresco que les alivie del susto. 



Mañana distraída, 
paseando por el jardín,
 ahuyentado a las chorizas 
y tomando un botellín.

NOTA: Esta entrada es especial, es la número 555 de este blog.

Comentarios

  1. Pues sí, las cosas del verano. Refrescante entrada, y salida.

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  2. ¡Ozú! ¡Que mañana voy al rastro!
    Guardaré mi escaso pecunio en lugar seguro...

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  3. Estupenda y muy agradable crónica de una mañana, como de domingo, con un final feliz... que pudo no serlo tanto.
    ¡Felicidades por ese número!
    Un abrazo.

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  4. jijiji mañana completa buena cronica y poetico resumen

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  5. jijiji mañana completa buena cronica y poetico resumen

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  6. Gracias a todos por pasar y dejar vuestros comentarios.

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  7. Un agradable recorrido con factor sorpresa. Saludos Manuel.

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