Había una vez un jugador, que era bastante malo en el terreno de juego y era incapaz de meter un gol al arco iris por lo que el jefe del pelotón decidió que había que fusilarlo.
Pero antes de llevar a cabo tan macrabo castigo el encargado de cumplir la orden ,de la ejecución, preguntó al sabio condenado:
- ¿Cuál es tu última voluntad?
- Y el jugador contestó:
- ¡Qué dispare Sergio Ramos!
Moraleja:
Las cosas se pueden arreglar de manera pacífica.
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