Reforestación, educación y ternura.


La entrada de mi compañero Manuel me trae a la memoria esta foto que he buscado para incluírla en su blog, aprovechando que Manuel me mantiene el permiso para publicar aquí. Me tropecé con la imagen un día paseando por un olvidado jardín de mi urbanización. Me emocionó y decidí conservarla. Se trata de un pequeño cartel que algún anciano, con ánimo reforestador y trascendente, dejó en el lugar donde plantó su pequeño árbol y que alguien arrancó.

El contenido del cartel es un pequeño microrrelato: cuénta una historia de ternura, educación y amor por la naturaleza: 

"A quién arrancó el
arbolito que 
planté aquí, le
ruego que lo
cuide mucho. 
Se llama Enriquito
y representa a mi nieto."

Comentarios

  1. Don Jesús ya sabes que puedes poner las noticias que quieras, siempre serán bien recibidas.
    Entrada triste y emotiva, como la vida misma. Hay personas que se encargan de constuir, de aportar su granito de arena, de plantar una pequeña plantita y hay otras que se encargan de romper lo que se ha construido o sembrado. ¡Así es la vida!

    ResponderEliminar
  2. De todas formas ¿Me negaréis la poseía de la foto?
    Un abuelillo que planta un árbol para su nieto. Será su árbol. Le visitarán y crecerán juntos. Cuando sea joven quizás grave un corazón el día de San Valentín para sellar un amor eterno...
    Y en sus raíces quizás entierren a su viejo y querido perro...

    ¡Y se lo arrancan!

    La petición del anciano es todo un poema. Me gustaría conocerle y brindarle mi apoyo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

El blog se alimenta con tus comentarios.
Gracias por dejar tu huella ♥