Me acostumbré a esos gritos motivadores emitidos en cada partido de bádminton.
Otro punto, otro soplido en la muñeca antes del saque, otro secado de sudor... pero llegó la lesión en las semis de los Juegos Olímpicos de Paris 2024.
Escuché el grito desgarrador de dolor tras el crujido en la rodilla y al fin lloró.
El abrazo a la china.
¡Adiós Carolina!
Una pena este accidente. Saludos
ResponderEliminarUna pena.
EliminarTe deseo una feliz semana.
Hola, Es muy cruel y lamentable la lesión de nuestra campeona, me uno a ti en este sentido homenaje.
ResponderEliminarAcabo de hacerle uno en mi blog.
Un abrazo.
Ya vi la entrada en tu blog. Dejo el enlace por si alguien quiere visitarlo.
Eliminarhttps://ginesfranconettihavuelto.blogspot.com/
Feliz semana.
Qué pena.
ResponderEliminarQué mala suerte!!!
Pues sí.
Eliminar¡Qué mala pata!
Salud.
Es una pena enorme. Espero que esta lesión no la retire.
ResponderEliminarSelo está pensando.
EliminarA ver cómo acaba la historia.
Saludos.